Hoy en día hay una gran variedad de tipos de limas de uñas. Tantas formas y variedad en el gramaje que puede que a veces te preguntes ¿cuál de ellas es la correcta para tu manicura en casa?
Encontramos limas de uñas con muchas formas: rectangulares, media luna, en forma de plátano, en bloque, ergonómicas… Pero deberás elegir la que más cómoda te parezca.
Se pueden clasificar por el grosor del grano. Las más conocidas son las clásicas de cartón y estas suelen tener un grano de 150-180, que es lo normal para rebajar uñas naturales. Las de 80, 90 y 120 son de grano muy grueso por lo que no se suele recomendar para este tipo de uñas, normalmente son las correctas para las de gel o acrílicas.
Las de 240 son las de acabado final y pulir. Por último están las más finas que van desde 400 a 1200, son las perfectas para pulir y dar brillo a la uña.
También clasificamos las limas de uñas por su material:
– Cartón
o madera recubiertas
de papel de limado: son las más comunes y casi de un solo uso, perfectas para llevar siempre una en el bolso.
– Bloque
pulidores: suelen tener cuatro caras con distintos granos para
limar, pulir y dar brillo a la uña dejando su superficie lista para aplicarle
color.
– Acolchadas:
Tiene un grano de 100 a 200 con distintas caras y zonas de limado. Se usan para
conseguir un buen acabado, eliminar restos de limado y preparar la superficie
para aplicar productos.
– Cristal
o vidrio: no son muy conocidas pero se caracterizan porque
tienen una duración muy larga y son de fácil esterilización.
– Metal:
Muy conocidas pero nada recomendables para las uñas naturales ya que provocan
que se abran en capas y se quiebren.
Elijas la lima que elijas, es fundamental que limes siempre para la misma dirección, evitarás que se vayan debilitando. Es muy importante el cuidado de tus uñas.
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